Hoy se celebra el Día Mundial contra el Maltrato Infantil. Según la Organización Mundial de la Salud un 23% de los adultos manifiestan haber sufrido maltratos físicos en su niñez. La lucha contra el maltrato infantil es reciente, de la segunda mitad del siglo XX y fue una sociedad protectora de animales la primera en defender a una menor maltratada. Es preciso que haya una concienciación social con tolerancia cero a todo tipo de maltrato infantil, así como que los menores de edad puedan encontrar la ayuda que necesitan.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el maltrato infantil se define como los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18 años. Incluye todos los tipos de maltrato físico o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de otro tipo que causen un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia de pareja también se incluye a veces entre las formas de maltrato infantil.
La violencia en la infancia en cualquiera de sus formas es un hecho y está presente de forma oculta. El informe de UNICEF sobre el bienestar infantil en los países ricos reconoce que hay pocos indicadores internacionalmente comparables sobre temas clave del bienestar de los niños como son el maltrato o abuso infantil.
La lucha contra el maltrato infantil comienza en la segunda mitad del siglo XX
La atención jurídica y médica de los menores maltratados empezó en la segunda mitad del siglo XIX. El primer proceso judicial que defendió a un menor (una niña) por los malos tratos recibidos por adultos (en su caso, su propia madre), tuvo lugar en 1874 en Estados Unidos. Resulta llamativo que la acusación fuera realizada por una sociedad protectora de animales, pues no existía ley alguna que amparase a los menores, aunque sí a los animales en general.
La atención a los derechos de los menores es característica de la segunda mitad del siglo XX, que es cuando se les reconoce como sujetos de derechos. Los primeros pasos en el camino de la protección de la infancia fueron la aprobación de la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 y la Convención de los Derechos del Niño en 1989 a cargo de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Paralelamente al interés en el estatus legal, se fue desarrollando la correspondiente atención a la comprensión y prevención del fenómeno.
La polémica de si el azote es o no maltrato
Lamentablemente determinadas conductas de castigo como los correctivos físicos con el “típico azote o cachete”, aún están vistas con normalidad en un niño. Sin embargo, si esos diálogos justificativos de estas medidas se argumentaran en el trato de personas mayores por ejemplo, sería escandaloso.
«Jesús está cansado, lleva toda la tarde quejándose y está molestando bastante. Cuando normalmente está tranquilo. Al llevarle la cena, no solo no la ha querido sino que encima me ha lanzado la bandeja por los aires y me ha insultado. Finalmente le he tenido que dar un azote».
Este testimonio ficticio puede tener una doble lectura, por un lado como si la autora fuera la madre de un niño de tres años y por otro como si fuera la hija de un hombre de 82 años de edad. Mientras que en el segundo caso sería algo inadmisible, en el primer caso parece que aún está socialmente muy aceptado. La razón es que muchas veces los padres, creyendo hacer lo correcto, reproducen la violencia aprendida del modelo educativo que sus progenitores aplicaron con ellos. Un modelo obsoleto, anacrónico y totalmente erróneo en el que se incluían los correctivos físicos.
Según los datos y cifras publicados por la Organización Mundial de la Salud en relación al Maltrato Infantil, un 23% de los adultos manifiestan haber sufrido maltratos físicos en su niñez. Además se calcula que cada año mueren por homicidio 34.000 menores de 15 años. Esta cifra subestima la verdadera magnitud del problema, dado que una importante proporción de las muertes debidas al maltrato infantil se atribuye erróneamente a caídas, quemaduras, ahogamientos y otras causas.
Ayuda a los menores maltratados
La Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) ofrece en España desde 1994 la línea gratuita y confidencial 900 202 010 que opera las 24 horas del día. El Informe de Violencia Contra la Infancia del Teléfono ANAR en 2012 revela que en ese año se registraron 324.643 llamadas, 1778 por casos de violencia (maltrato Físico, maltrato Psicológico, maltrato Institucional, abandono y/o negligencia, abuso Sexual, agresiones extrafamiliares, pornografía y/o prostitución, ciberacoso, violencia de género y violencia escolar).
Según ANAR, Más del 40% de los casos sufre violencia a diario y desde hace más de un año. Muchos menores no son creídos por su entorno cuando cuentan su situación. Eso les revictimiza porque aprenden a guardar silencio, a tolerar y aceptarlo como normal por lo que sus secuelas serán mucho mayores. Por eso es importante que los menores víctimas de maltrato encuentren dónde acudir para encontrar la ayuda que necesitan como en el teléfono de ANAR o en las Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil.
Además es evidente la necesidad de seguir trabajando en la concienciación de la sociedad en la que el maltrato a los niños está muy normalizado. Como si los niños no tuvieran el mismo derecho de respeto que el resto de personas simplemente por una cuestión de edad. Por lo que todos tenemos que asumir nuestra parte de responsabilidad con la no tolerancia al maltrato, ni tan siquiera al tan manido azote o cachete.