La justicia social es indispensable para mantener la paz

La crisis agudiza las desigualdades y la justicia social es indispensable para mantener la paz. En 2007, la Asamblea General de las Naciones Unidas, instauró la celebración del Día Mundial de la Justicia Social. Por su parte, en 2008, la Organización Internacional del Trabajo, adoptó la Declaración de la OIT sobre la justicia social para una globalización equitativa. Sin embargo, la búsqueda de la equidad y la justicia social a través del empleo es una vía inoperante con la escasez de trabajo.

No es justo que los trabajadores estén sin empleo y sin poder ganarse la vida. No es justo que las personas pierdan sus casas y no tengan dónde vivir con sus familias. No es justo que haya ciudadanos que estén pasando hambre y haya malnutrición, especialmente injusto en los más pequeños. No es justo que la sanidad no nos dé todas las garantías para velar por nuestra salud. No es justo que la educación se vea perjudicada y mermada en su labor de formar la esperanza del futuro, los jóvenes. No es justo, pero es legal.

La justicia social es la ética social y política, un principio fundamental para la convivencia pacífica y próspera, dentro y entre las naciones. Se trata de eliminar las barreras que enfrentan a las personas por motivos de género, edad, raza, etnia, religión, cultura o discapacidad y promover la igualdad de derechos y oportunidades.

Por qué es necesaria la justicia social

La Asamblea General de las Naciones Unidas reconoce que el desarrollo social y la justicia social son indispensables para la consecución y el mantenimiento de la paz y la seguridad en las naciones y entre ellas, y que, a su vez, el desarrollo social y la justicia social no pueden alcanzarse si no hay paz y seguridad o si no se respetan todos los derechos humanos y las libertades fundamentales.

El 26 de noviembre de 2007, la ONU proclamó el 20 de febrero de cada año como Día Mundial de la Justicia Social. El fin de esta celebración es apoyar la labor de la comunidad internacional encaminada a erradicar la pobreza y promover el pleno empleo y el trabajo decente, la igualdad entre los sexos y el acceso al bienestar social para todos.

El empleo una vía truncada para conseguir la justicia social

El 10 de junio de 2008, la Organización Internacional del Trabajo, que promueve la justicia social y el trabajo decente, adoptó por unanimidad la Declaración de la OIT sobre la justicia social para una globalización equitativa. Este manifiesto se centra en garantizar resultados equitativos para todos a través del empleo, la protección social, el diálogo social, y los principios y derechos fundamentales en el trabajo.

Aunque la búsqueda de la justicia social y la equidad a través del empleo es una vía lógica, se vuelve paradójica e inoperante en los tiempos en los que la escasez de trabajo es una de las grandes lacras.

En el actual marco de crisis en el que la desigualdad se agudiza, resulta más necesaria aún la justicia social. Sin embargo, somos los propios ciudadanos los que nos hemos visto obligados a tomar el mando y ser agentes activos en la búsqueda de la justicia social. Con acciones como la paralización de los desahucios o la recogida y donación de alimentos entre otras, hemos asumido responsabilidades que corresponden a las instituciones y los gobiernos como órganos que deben velar por las personas. Cuando los organismos fallan, afortunadamente estamos los ciudadanos que aunamos fuerzas en el trabajo por el bienestar común.

Además de nuestro compromiso por la justicia social, es importante inculcar estos valores a las nuevas generaciones. El grupo editorial SM en su plataforma para profesores smconectados ofrece unas guías para trabajar el concepto de la justicia social en las aulas con recomendaciones de lecturas de libros relacionados. El famoso educador brasileño Paulo Freire dijo una vez «la educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo». Es por ello que tenemos que invertir esfuerzos en dotar de valores y habilidades a las nuevas generaciones para conseguir el mundo justo que queremos.

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