Gema Hassen-Bey es conocida por ser la medallista pionera de la esgrima paralímpica en España. Además, es periodista licenciada en Ciencias de la Información, actriz, compositora, presentadora y un ejemplo de autosuperación y compromiso social. Su nuevo reto, con el que pretende ayudar a otras personas, es ser la primera mujer en silla de ruedas que va a subir la cima de el techo de África, el Kilimanjaro, a 5.895m de altura en Tanzania.
A muchas personas nos cuesta subir a la cima (personal, social, laboral, etc) y Gema Hassen-Bey es un ejemplo de cómo todos y cada uno de nosotros, desde cualquier disciplina y sean cuales sean nuestras circunstancias, podemos sobreponernos y además ser motor de cambio social. Su lema, “Si te mueves tú, el mundo se mueve contigo”. Esa filosofía de vida le llevó a levantarse de la cama tras su grave accidente cuando era una niña y a afrontar retos constantes en su vida.
El reto Cumbre Bey es además un reto social, gracias al mismo se creará una tecnología que permita construir prendas apropiadas para proteger del frío, una aplicación que medirá las constantes vitales para prever posibles alteraciones antes de que se produzcan y una silla para poder alcanzar la cima y que se comercializará a bajo coste para permitir el acceso a la montaña de otras personas con movilidad reducida. Además generará otros muchos avances, ya que cada dificultad está planteada como una oportunidad de desarrollo de negocio y de mejora de vida para otras personas.
Desde la Fundación Melior hemos podido hablar con Gema, que ha contestado a todas nuestras preguntas y nos ha hecho partícipes de este reto en el que puede colaborar todo el que quiera a través de su campaña de Crowfunding.
¿Cómo surge la idea de afrontar el reto de ser la primera mujer en subir la montaña más alta de África en silla de ruedas?
Todo surge del libro de Sebastián Cebrián “Supera tu cima” y nos pidió a Carlota Castrejana, deportista olímpica, y a mí que le acompañásemos en la presentación. Después tomamos algo y un amigo de la facultad, Julián Corredera, propuso hacer la expedición conmigo. Pero yo en un principio dije que no. Luego estuve mala y empecé a darle vueltas en la cama del hospital.
¿Qué representa conseguir este reto?
Tener un reto tan grande me puede permitir generar muchas cosas para ayudar a los demás. Si yo le doy un giro a este reto y no solamente queda en el hecho histórico en ser la primera mujer en silla de ruedas sino que provoco tecnología que ayuda a las personas, queda un legado de recursos y de tecnología y también un mensaje de motivación, que todos podemos conquistar nuestras cimas.
Incluso desde la cama de un hospital puedes soñar con una gran cima y conseguirlo gracias a la ayuda de todos. Y esa fue la razón en realidad que me llevó a hacer este reto, que es el más grande de mi vida. No es tanto por ser la primera sino por todo lo que pueda generar en el camino al reto, que para mí es tan importante como la cima.
El reto Cumbre Bey es un reto muy ambicioso y con gran responsabilidad por todo lo que significa ¿Te has planteado qué ocurriría si no llegas a la cima?
Este es un reto dónde siempre hay éxito porque cuando ahora mismo miro para atrás veo que estoy totalmente preparada físicamente incluso mucho más en forma de lo que estaba; el equipo es el mejor en la especialidad tanto médica, como deportiva, como de entrenamiento, como de comunicación; Cuento con un eje femenino que entiende que el reto es simbólico porque las mujeres ya estamos presentes en muchas áreas, pero nos queda conquistar la cima, falta el empoderamiento de la mujer; y estoy generando que ya empresas desarrollando sillas para que se facilite la movilidad a personas en el entorno rural, en la selva, o simplemente que puedan disfrutar de la naturaleza.
¡Estoy generando tantas cosas! que es imposible fracasar porque a día de hoy ya estoy ganando y por eso quiero celebrar esta cima con todos los que se están uniendo al reto porque yo no quiero subir solo con quince personas sino con quince millones de personas que se están uniendo: asociaciones medioambientales, asociaciones de mujeres, asociaciones de personas con discapacidad, etc. Y todo eso es lo que yo en realidad quiero conseguir.
La cima es lo de menos, la voy a conseguir sí o sí porque el reto está muy bien pensado y bien programado y llevo los mejores profesionales que me aseguran ese éxito. Mi compromiso es luchar por llegar allí, hacer todos los esfuerzos para llegar y también ser honesta y contaros todo, cómo voy, qué problemas tengo, cómo los resuelvo, qué personas os vais uniendo…
Lo bonito de este reto es que están todos los colectivos, todo lo que podemos generar y estar todos juntos en un proyecto independientemente de dónde vengamos y de lo que hagamos. Juntarnos todos y retransmitir un poco los valores que para mí ha supuesto el deporte y la vida: fijarte objetivos, luchar por ellos, ayudarnos entre todos, la solidaridad tangible, la que se puede tocar y juntarnos por una causa, disfrutarla, el juego limpio, el esfuerzo, la superación, el compañerismo… Todo eso que yo entiendo que es la vida, para mí es importante.
Subiré y levantaré bien alta mi espada que ha vivido los cinco paralimpiadas, para rendir honor a estos valores y agradeceros a todos los que me estáis ayudando metro a metro a llegar a esa cima.
Todos tenemos límites y miedos ¿Dónde está el límite de Gema Hassen-Bey? ¿a qué le tiene miedo? ¿Y cómo consigue superarlo?
A mí lo único que me da miedo es no sentir miedo porque entonces no estaría viva. Me paraliza, pero si yo afronto y lo resuelvo pues sigo adelante. Prefiero sentir miedo que no sentir nada.
Los límites están en tu mente, el límite lo pones tú. Yo siempre digo que no hay un no, hay un cómo. A veces te empeñas en hacer las cosas de una determinada manera porque todo el mundo las hace así, pero si tú innovas y eres creativo y dices ¿por qué no lo hacemos de esta otra forma?, al final llegas a la cima.
Yo creo que no hay límites, que cada obstáculo es en realidad una oportunidad para superarlo. Los miedos, claro que están, pero son pruebas. Cuando yo siento miedo es porque lo que estoy haciendo me importa y es bueno sentir miedo porque cuando tú superas tu miedo y no el miedo te supera a ti es cuando en realidad has logrado superarte, has logrado avanzar un metro más.
¿De dónde saca las fuerzas y la motivación Gema?
De todas las personas que os unís, de todo el legado que puede generar el reto para mejorar la vida de otras personas, de las causas por las que los glaciares del Kilimanjaro están a punto de desaparecer, de poder hacer en realidad un reto grande para hablar de las cosas pequeñas y cotidianas, que son las importantes, como hablar de la accesibilidad a los sitios para nosotros.
Yo tengo un pequeño Kilimanjaro en mi ciudad día a día. Las mamás con los carritos, cruzan miradas cómplices cuando nos encontramos. Nos damos cuenta de lo complicado que está este mundo que hemos creado para nosotros. Es normal que en la montaña haya dificultades, pero en un mundo que hemos creado para todos, que las haya, no tiene mucho sentido.
Yo no entiendo como el hombre puede ir a la luna y a mí me cueste ir a comprar el pan. Entonces, esas son las pequeñas cosas cotidianas en las que yo quiero hacer foco a través de la llamada de atención de un reto muy grande que yo estoy dispuesta a hacerlo si consigo no sólo llegar a la cima, sino hacer pensar sobre todas estas cosas y generar un poco ese factor de cambio que yo creo que el deporte y la cultura tienen para mejorar nuestro mundo.
¿Qué le diría Gema a esas personas que pasan ahora por circunstancias difíciles y están abatidas?
Que desde el momento más frágil como en el que yo he estado, la cama de un hospital, donde he pasado una operación muy complicada, debatiéndome entre la vida y la muerte, desde allí, puedes volver a soñar, volver a marcar un objetivo a tu vida y luchar por él con convicción, con ilusión, porque las personas luego te ayudan. Yo tengo un lema que es “si te mueves tú, el mundo se mueve contigo”. Si tú no te rindes, la vida te acompaña.
Este «reto de retos» se va a contar en la plataforma digital, www.diverscity.es, la ciudad diversa y accesible. El reto pasará pero Diverscity quedará para llenarse de nuevos retos generadores de un cambio social. ¿Ya están pensados esos siguientes retos?
Yo ahora mismo estoy centrada en este y lo que quiero es que todos los recursos de este reto no pasen temporalmente sino que se queden para ayudar a estas personas. Todo lo que yo pueda generar quedará en Diverscity y es un nuevo reto porque en realidad mi vida siempre han sido retos. Mi primer reto fue escaparme a comprar el pan en silla de ruedas cuando era pequeña, el siguiente fue hacer mi carrera, luego vinieron los juegos paralímpicos, luego fue el primer programa social en TVE “El mundo se mueve contigo”, el primer resumen informativo de las paralimpiadas y ahora este reto.
Vivo continuamente así, vendrán otros retos, pero yo dejaré siempre recursos, un legado y una comunidad que vaya alimentando. Tengo que conseguir la financiación, el apoyo de las empresas para hacer todo lo que tengo en mi cabeza. A veces digo, lo más complicado no va a ser el Kilimanjaro, va a ser el reunir todas las cosas para llegar al Kilimanjaro en la manera en la que yo quiero llegar.