¿Qué hay detrás de nuestras compras? Explotación y esclavitud

Prohibiciones para ir al baño, horas extra gratuitas, salarios por debajo de los legalmente establecidos, instalaciones insalubres, secuelas físicas y mentales de por vida… Este es el día a día para millones de trabajadores.

215 millones de niños trabajan en el mundo. Más de la mitad realiza trabajos peligrosos. La Oficina Internacional del Trabajo de Ginebra (OIT) en su informe “Niños en trabajos peligrosos”, ha vuelto a llamar la atención sobre las consecuencias de estas prácticas.

Mientras la tasa de lesiones y fallecimientos en el trabajo de los niños es superior a la de los adultos, la OIT quiere recordar que “los niños no son adultos pequeños”: su piel es más delgada por lo que absorben antes las sustancias tóxicas, respiran de forma más rápida y profunda por lo que inhalan más agentes patógenos y polvo, se deshidratan antes, absorben y retienen metales pesados en el cerebro con mayor celeridad…. Además de que a esta edad, desarrollan su estatura y están inmersos en el último periodo de desarrollo celular rápido.

Peligros de la agricultura

La agricultura es el sector en el que se registra mayor índice de trabajo peligroso. Sólo aquí, los niños pueden desarrollar deformaciones articulares y óseas, asma, infecciones y enfermedades bacterianas, intoxicaciones, traumatismos, lesiones hepáticas, trastornos neurológicos, amputaciones…

La comunidad internacional ha tomado cartas en el asunto en varias ocasiones con dudosos resultados. La más clara la “Hoja de ruta de la Haya” (2010) donde se muestra a los gobiernos el camino para eliminar el trabajo infantil. Aún así, la OIT ha vuelto a recordar la responsabilidad que poseen los gobiernos de garantizar el derecho a la educación y el deber que tienen de atender la problemática infantil desencadenada por la producción internacional.

Moda española en Tánger

No solo los niños son vulnerables. La Campaña Ropa Limpia y la ONG Setem han llevado a cabo una investigación: “La moda española en Tánger: trabajo y supervivencia de las obreras de la confección”, en las fábricas textiles marroquíes que proveen a marcas españolas como Mango, Zara, Pull&Bear, Massimo Dutti o El Corte Inglés.

Se trata de un sector, mayoritariamente femenino, en el que las jornadas son de 12 horas al día (seis días por semana) y los salarios no superan los 200 euros mensuales. Donde son constantes los abusos verbales y físicos y las horas extra son obligatorias.

Nike, Adidas, McDonald´s y Nestlé

Siempre han estado en el punto de mira grandes empresas como Nike, Adidas, McDonald´s o Nestlé. El “Libro negro de las marcas” (Werner y Weiss) destapó algunas de sus prácticas. En la fábrica salvadoreña de Formosa, proveedora de Adidas, más de la mitad de las empleadas eran menores de 18 años. Cada una cosía una media de 80 camisetas a la hora y el sueldo era de 9 euros por día. Horas extraordinarias y pruebas de embarazo eran obligatorias. Las faltas por enfermedad estaban prohibidas.

Una manufactura indonesia que trabajaba para Nike tenía restringido el acceso a los lavabos. Este hecho y la falta de dinero para comprar productos sanitarios íntimos, obligaban a las mujeres a vestir con ropa oscura y blusas largas para evitar que se vieran las manchas de sangre.  En América Latina se sacrificaron enormes superficies de selva virgen para crear tierras de pasto para ganado. McDonald´s, primer comprador de carne de ternera en el mundo, necesitaba mayor producción.

Nestlé animó a las madres del tercer mundo a no dar el pecho a sus hijos repartiendo leche en polvo y potitos gratuitamente. Al quedarse sin leche materna, las mujeres tuvieron que recurrir a estos productos, pese a que la OMS advirtió que 1,5 millones de niños morían anualmente por beber leche en polvo mezclada con agua no potable.

Por desgracia los casos son innumerables. La globalización y la liberación de los mercados han aumentado este tipo de injusticias. Niños trabajando, derechos y libertades restringidos, explotación, esclavitud… ¿Hasta cuándo seremos cómplices de esta realidad escondida a la sombra de nuestras compras?

 

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