Los principios y valores de la ecología social

Fue en los años 60 cuando empezaron a hacerse reivindicaciones y comenzaron a producirse los primeros cambios sociales y políticos. Pero ahí no se quedó la cosa, los 60 dieron para mucho más: empezaron a hacer ruido algunos críticos y se pusieron sobre la mesa preocupaciones relacionadas con la protección y conservación del medio ambiente.

Este último punto, en concreto, ha ido evolucionando con el paso de los años hasta hoy y por eso algunos términos para nosotros ya resultan muy familiares y cercanos, como es el caso del: ecologismo, equilibrio planetario, responsabilidad ambiental, entre otros.

No obstante, hay un concepto o, mejor dicho, una nueva corriente que está ahora dándose a conocer. Se trata de la ecología social, una corriente cuyo objetivo es unir los conceptos básicos del ecologismo con los valores del humanismo.

Profundizamos un poco más en la ecología social

Un tema que preocupa a la sociedad es el modelo de consumo masivo que hay por el momento, donde surge el gran debate de encontrar un modelo que se reajuste y que establezca el equilibrio planetario.

Asimismo, se ha hablado de Comercio Justo, que además de contribuir con el medio ambiente, fomenta el desarrollo social y económico.

Como he dicho, en los 60 se empezó a hacer ruido pero no fue hasta los 80 y 90 cuando los movimientos ecologistas advirtieron sobre problemas que hoy están dejándose ver, como es el calentamiento global o el cambio climático.

Pero estos críticos se basaron únicamente en un enfoque medioambiental, dejando escapar el papel de las sociedades al cuidado de la ecología social. Es ahora cuando empiezan a aunarse y relacionarse conceptos.

Y, ¿en qué principios se basa la ecología social?

El padre de la ecología social, Murray Bookchin, fue la primera persona en hablar públicamente sobre el desarrollo sostenible.  Sin embargo, no era consciente de que su visión e idea llegaría a alguien.

Pero, si alguien quiere unirse a esa sociedad ecológica, ¿qué pasos debe seguir para hacerlo? Estas son algunas ideas:

Compra solo lo que necesites. Lo que se acerca más a un modelo de consumo responsable. No olvides que el consumo masivo de productos tiene repercusión directa en el medio ambiente.

Las 3 R: reduce, recicla y reutiliza. Uno de los principios de la ecología social es la fórmula de las 3 R. Reduce (menos consumo), Recicla (clasificación de residuos y reutilización de materiales), y Reutiliza (productos que merezcan otra oportunidad).

Apuesta por el Comercio Justo. Lo que defiende el Comercio Justo es promover prácticas sostenibles para el medio ambiente e impulsar el desarrollo de las sociedades y comunidades que se encuentran implicadas en la producción de artículos.

Crea alimentos propios. Elabora un huerto en casa y produce tus propios alimentos. Es una opción estupenda para aquellas personas que optan por el autoconsumo y la protección del medio ambiente. Por otro lado, tienes la opción de cultivar productos orgánicos y naturales, lo que es un plus para tu salud.

Busca otros medios de transportes alternativos. Utiliza como medio de transporte la bicicleta, en lugar de usar tanto el coche para cualquier cosa. Recuerda que la emisión de gases de efecto invernadero se puede reducir si optas por medios de transporte que no contaminen la atmósfera. Un medio ideal es la bici, u optar por coger el autobús o el metro, en lugar del coche. Esta práctica está dentro de lo que llamamos ecología urbana.

Ahora que hemos aclarado algunos conceptos y resuelto algunas dudas, está claro que podemos formar parte de la sociedad ecológica con estas pequeñas prácticas diarias, contribuyendo así a un planeta más saludable. ¿Te unes hoy a esta cadena?

Descripción del autor: Edith Gómez es editora en Gananci, apasionada del marketing digital, especializada en comunicación online. Se niega a irse a la cama cada noche sin haber aprendido algo nuevo. Le inquietan las ideas de negocio y, más aún, aportar una mirada creativa al pequeño mundo en el que vivimos.

Twitter: @edigomben

 

 

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