La gamificación convierte todo en juego y a nosotros en sus jugadores

Todos hemos jugado alguna vez a algún videojuego, aunque tan solo haya sido en una máquina recreativa, y al final de la partida aparece la palabra “Game Over”, lo que traducido sería “el juego ha terminado” y aunque resulte paradójico, con la gamificación, el juego tan solo acaba de empezar.

Qué es la gamificación

Gamificación (Gamification en inglés), viene del vocablo anglosajón “game”, juego. Aúna en sí misma varias disciplinas como son: la técnica de juegos, el marketing y la psicología. Se trata de aprovechar la predisposición innata del hombre para jugar y convertir en algo lúdico tareas que se desarrollan en contextos totalmente ajenos a los juegos. El fin último de la gamificación es influir y motivar a las personas para que adopten determinados tipos de conductas con respecto a dichas tareas.

La integración del juego en entornos no lúdicos no es un fenómeno nuevo ni exclusivo de las nuevas tecnologías. A todos, en nuestra más tierna infancia, nos han hecho alguna vez “el jueguecito del avión” para que nos comiéramos el puré de verduras. Sin embargo, sí que hay que reconocer que ha sido con la eclosión de las tecnologías digitales, los smartphones y las redes sociales cuando ha aparecido la gamificación con otra dimensión, llegando a enganchar incluso a los más adultos. En un momento en el que los videojuegos son cada vez más realistas y la realidad se vuelve más lúdica, la vida es juego.

La gamificación se hace aplicando mecánicas y dinámicas de juego

Las mecánicas y dinámicas de juego son dos conceptos muy ligados entre sí en la ludificación, tanto que a veces se confunden. Simplificando, se podría decir que las mecánicas de juego son las reglas que se aplican y las dinámicas de juego son las sensaciones estimulantes que se consiguen aplicando las distintas mecánicas de juego y que hacen que se convierta en algo que engancha.

Hay unas mecánicas de juego habituales, pero no son las únicas, también hay otras formas e infinitas posibilidades, tantas como la creatividad nos ofrezca. Utilizar los juegos de mesa de éxito como inspiración para gamificar es una magnífica idea.

Algunos sectores o actividades en las que ya se aplica la gamificación

El carácter transversal de la gamificación la hace una herramienta aplicable a prácticamente todo tipo de rutinas, materias y actividades. No por ello debe usarse indiscriminadamente y solo porque sea una tendencia en boga, porque está de moda o todo el mundo lo hace. La gamificación es la forma, pero no el contenido, por lo que antes de gamificar conviene plantearse bien los objetivos y tener en cuenta algunas ideas clave antes de embarcarse en un proyecto de gamificación.

Existe un directorio de planes de gamificación en más de una decena de diferentes ámbitos. Un ejemplo de fidelización es el del conocido banco español BBVA que cuenta con una potente plataforma online para multitud de operaciones pero que a la vez puede resultar algo compleja de usar. Es por ello que BBVA ha pensado en la gamificación como la forma de dar formación a sus clientes, a través de BBVA Game, que va poniendo retos a los usuarios y premiándolos. Además no ha dudado en crear todo tipo de material explicativo del funcionamiento como es este vídeo.

Un informe de IBM sobre cómo afecta la gamificación dentro de una red social con mensajes del tipo: “los 20 primeros que retuiteen tienen premio”, concluye que cuando se aplican estas mecánicas de juego, la participación, repercusión y alcance se duplica.

Además expertos en la materia  auguran que para 2013 el auge de los programas de fidelización y la gamificación serán una de las cinco predicciones para el ecommerce.

 

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