España apuesta por el empleo verde

La rehabilitación energética de las viviendas o la agricultura ecológica son dos de los nuevos nichos de empleo que acogen más mano de obra desempleada. Pero no son los únicos.  Nuestro país es referente en creación de empleo verde que, más allá de ser una clara solución a la crisis económica y al paro, se está convirtiendo en la mejor arma para frenar el gran problema medioambiental de nuestro siglo: el cambio climático.

El pasado 24 de mayo, las elecciones municipales y autonómicas auparon al poder, o al menos dejaron con posibilidad de gobierno, a varias formaciones políticas que, entre sus propuestas, llevan la defensa del medio ambiente como bandera, así como la creación de empleo verde y de calidad que ayude a reducir las importantes cifras de desempleo que actualmente golpean a nuestro país.

Una de las principales medidas que formaciones como Ahora Madrid defiende como nuevo motor de empleo es la rehabilitación energética de las viviendas. Actualmente, se estima que el consumo energético del sector residencial, solo en la Comunidad de Madrid, se eleva al 24% del total, convirtiéndose así en el segundo más importante detrás del sector del transporte. La demanda de energía en los edificios depende de muchas variables, pero se puede afirmar que el mayor gasto se debe a la climatización (calefacción en invierno y aire acondicionado en verano), con un porcentaje sobre el consumo total del orden del 42%, seguido del consumo para producir agua caliente (26%), funcionamiento de electrodomésticos (23%) e iluminación (9%).

El parque de viviendas de la Comunidad de Madrid supera actualmente los 2,6 millones, por lo que el potencial de ahorro en dicho sector es muy importante. Según un estudio elaborado por la propia Comunidad en el año 2008, “con medidas de rehabilitación energética se pueden conseguir ahorros de más del 20% de la energía consumida, o lo que es lo mismo, más de medio millón de toneladas de petróleo”. Y, al mismo tiempo, este ahorro supondría una reducción cercana al 30% de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. Por esto, es muy importante que ayuntamientos y administraciones públicas en general apuesten por esta medida y subvencionen estas reformas, ya no solo para crear empleo, sino también por sus manifiestas mejoras en cuanto a reducción de la contaminación.

Para ello, se debe actuar en los edificios existentes tanto en los exteriores como en los interiores. En el primer caso, se puede mejorar el aislamiento térmico de las fachadas y cubiertas, así como de las ventanas, reduciéndose significativamente los índices de intensidad energética. En el interior, las mejoras pueden ir encaminadas a las instalaciones de calefacción, sustituyendo las calderas actuales por otras más eficientes como son las de baja temperatura o de condensación y con combustibles menos contaminantes, como por ejemplo el gas natural; instalaciones de iluminación más eficientes, con lámparas de bajo consumo… o incluso con la instalación de paneles solares para la producción de agua caliente solar. Pues, aunque el Gobierno está poniendo trabas a las baterías Tesla que generan energía, por ahora no ha puesto impedimento alguno a los paneles que producen agua caliente.

Reducir la pobreza energética

Este tipo de medidas de rehabilitación de edificios, además de para crear empleo, serviría también para reducir los elevados índices de pobreza energética que sufre nuestro país. Tal y como publicamos en Melior a finales de 2013, la factura de la luz ha crecido más de un 70% en seis años. Las familias españolas tienen cada vez más dificultades para calentar e iluminar sus viviendas y las muertes por esta causa superan con creces a las producidas en carretera. De hecho, según datos del pasado invierno, más de cuatro millones de personas no viven en una vivienda aclimatada adecuadamente, y tienen que elegir entre calentar su casa o afrontar otras necesidades básicas como alimentos o medicamentos.

Para Sergio Tirado, vicepresidente de la Asociación de Ciencias Ambientales, la rehabilitación de los edificios sería una gran solución. “Hay que mejorar la eficiencia energética de las viviendas”. De hecho, en 2012, su asociación presentó un interesante estudio donde analizaban todas las mejoras que supondría afrontar este tipo de reformas. En ese documento, aseguraban que adentrarse en esta rehabilitación generaría 17 puestos de trabajo a tiempo completo durante un año por cada millón de euros invertido, o lo que es lo mismo, 47 puestos de trabajo por cada mil metros cuadrados rehabilitados. “En conclusión, la rehabilitación energética de las viviendas, que sería la única solución a largo plazo, crearía empleo que beneficiaría especialmente a los trabajadores del sector de la construcción, que han sido los más afectados por la crisis”, añade Tirado.

Pero ya se ha empezado a trabajar. El Plan de Acción de Ahorro y Eficiencia Energética 2011-2020, impulsado por la Unión Europea, estimula la producción de empleo en el sector de la eficiencia energética, un sector que representa actualmente en España el 1,8% del PIB y previsiblemente alcanzará el 3,9% en 2020 y que ocupa en este último año a más de 750.000 trabajadores. Según la directora de la Fundación Biodiversidad, Sonia Castañeda, España necesitará entre 166.000 y 600.000 empleados especializados y formados en materia de eficiencia energética hasta el horizonte de 2020 con el fin de cumplir con los objetivos europeos en la materia.

Agricultura ecológica

Asimismo, otro de los grandes nichos de empleo verde que está impulsando España es el de la agricultura ecológica. Tanto es así, que nuestro país es el principal productor y suministrador de productos ecológicos de toda Europa, de tal forma que el 35% de los alimentos orgánicos que se consumen en el viejo continente proceden de nuestra tierra.

El mercado español de productos ecológicos crecerá en torno al 12% anual hasta 2020 y pasará de los 905 millones de facturación que se registraron en 2008 hasta los 12.182 millones que se prevé para ese año. Asimismo, y según los datos del Ministerio de Agricultura, recogidos por la Sociedad Española de Agricultura Ecológica, más de 33.700 agricultores y ganaderos manejaron sus fincas y granjas en modo ecológico en España durante el año 2013. Eso significa que más de 1,6 millones de hectáreas de nuestro país producen en ecológico. Andalucía sigue a la cabeza con el 50% de esta superficie, seguida por Castilla-La Mancha y Cataluña.

Los agricultores y ganaderos que producían bajo las normas de la producción ecológica en el conjunto de España en el año 2013 eran casi mil más que en 2012, muy lejos ya de las cifras que ofrecía este registro, por ejemplo, en el año 2000 cuando era 13.394 o los 396 que existían en 1991. Predominan los agricultores, 26.484 sobre los ganaderos 1.893, a lo que se suman otros 2.185 profesionales que mantienen explotaciones mixtas. Algo similar se puede decir de los elaboradores / transformadores que alcanzan en 2013 los 2.842, en 2012 eran 2.790, en el citado 2000, 666, mientras que en el 1991 apenas 50.

En definitiva, el Empleo Verde es vital para impulsar una economía sostenible. Según el informe Empleo Verde en una Economía Sostenible, elaborado por el Observatorio de la Sostenibilidad de España (OSE) en 2010, el empleo en el sector ambiental español representaba el 2,6% de la población ocupada. Se pasó de 158.500 puestos de empleo verde en 1998 a 530.000 en 2009, aumentando un 235% en apenas una década. Además, varios informes a nivel internacional ya han vaticinado que, gracias al enorme potencial de España en este sentido, sería posible la creación de hasta dos millones de empleos verdes de cara a 2020.

De hecho, hay una demanda real de profesionales “verdes” más allá de la rehabilitación energética de viviendas o la agricultura ecológica: gestión de aguas, biocombustibles, biología, consultoría, educación ambiental, energía solar fotovoltaica, eólica, solar térmica, gestión forestal, certificaciones de calidad y medio ambiente, gestión de residuos o sostenibilidad o RSC son solo algunos de los sectores con un potencial de crecimiento laboral que los expertos ya han calificado de exponencial.

Y todo esto sin olvidar que el empleo verde, además de ser un elemento clave de repuesta a la crisis económica mundial, es la mejor solución para frenar el cambio climático, el gran desafío medioambiental de nuestro tiempo.

 

 

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