El promotor inmobiliario que plantó cara al desahucio

Escuchar una buena noticia en un medio de comunicación parece, con los tiempos que corren, una misión imposible. ¿Qué te parecería escuchar la historia de un promotor inmobiliario que decidió enmendar sus errores y dar cobijo gratis a familias desahuciadas?

Acostumbrada a escuchar, ver o leer pésimas noticias en los medios de comunicación lo que voy a contar a continuación, vivido en primera persona, podría considerarse incluso un golpe de suerte.

Voy en el coche, está amaneciendo. Me esperan dos horas y media de viaje por delante y conecto la radio. Estoy ahí: en el momento oportuno escuchando la emisora oportuna.

Un sentimiento olvidado

De repente una voz comienza a relatar una historia que me hace sentir algo olvidado, algo que hace tiempo que no sentía. ¿Esperanza? ¿Fe en el ser humano? Vaya usted a saber… Es una voz masculina, la de un promotor inmobiliario que ha cedido 25 viviendas a 25 familias afectadas por un mal, el desahucio, que a este ritmo podría convertirse en un mal endémico de la sociedad española.

Me impactan sus palabras: “Sé que he cometido muchos errores”, dice sin miedo. Ahora, a sus 48 años, Antonio Gimeno se ha propuesto rectificarlos. Por un precio simbólico de 50 euros, todos los pisos de un bloque de viviendas situado en la localidad valenciana de L’Alcúdia estarán a disposición de familias desahuciadas.

“Es un municipio con 11.000 viviendas y se construyó un barrio nuevo con unas 2.000, pero no hay mercado a ningún precio. Nosotros terminamos un edificio hace tres años y está pagado y desocupado. Todos los proveedores han cobrado”, explica Gimeno en una entrevista concedida a El Mercantil Valenciano.

En España más del 20% de las viviendas están vacías

Esta reflexión de Gimeno nos conduce, indefectiblemente, a otra cuestión más peliaguda. El paradójico hecho de que en España existen en la actualidad más viviendas vacías que nunca.

Hace 10 años el Instituto Nacional de Estadística contabilizó 3,1 millones de viviendas vacías, el 15% de las viviendas censadas. Hoy, algunas fuentes señalan que la cifra podría alcanzar entre cinco y seis millones, más del 20% del total.

¿Cuántas probabilidades hay de que más promotores o entidades financieras sigan el camino que ha emprendido Antonio Gimeno? Él es optimista: “Tiene que surgir mucha más gente. Ojalá. Yo estoy seguro. Hay mucha gente buena por la calle”, dice.

Pero el caso es que ya no he vuelto a escuchar otra voz como la de Antonio Gimeno, cuya historia hoy ha invadido internet y cuya hazaña es considerada por algunos como el primer gesto solidario del sector que un día sólo supo especular y especular. Gimeno no sólo ha tenido el valor de reconocer sus errores, sino que además se ha atrevido a poner en marcha una fundación (con todos los trámites que se exigen para ello) que continuará dando pasos en la misma dirección.

 

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