¿Deporte o negocio?

Deporte y dinero van cada vez más unidos de la mano. Muchos deportes se han alejado de sus orígenes y se han convertido en negocios muy rentables y lucrativos gracias al espectáculo y al marketing que les acompañan. Sueldos astronómicos, fichajes millonarios, patrocinios e ingresos por los derechos de emisión y publicidad son el verdadero motor de la industria del deporte.

Los valores iniciales del deporte como la superación personal, esfuerzo, igualdad de oportunidades o juego limpio, han dado paso al “deporte- espectáculo”, donde se impone con fuerza la productividad comercial. Lo más importante: conseguir un mayor beneficio y más popularidad.

Sueldos millonarios

Al contrario que en la antigua Grecia donde el resultado era lo importante, el premio es ahora lo primordial. Porque el premio es el dinero.  Y es que muchos deportistas no notarán los embistes de la crisis económica por la que atraviesan muchos países, ya que sus sueldos no han sido recortados. O si no echen un vistazo a los “sueldazos” de los 10 deportistas mejor pagados del mundo  según la revista Forbes.

Cada vez es más común ver a estrellas deportivas anunciando helados, coches, relojes, seguros…y es que muchos de ellos ingresan más dinero  por su imagen que por su trabajo en el terreno de juego.  Por ejemplo, el británico David Beckham gana más por prestar su imagen, que como futbolista.  Y es que el físico reporta a muchos deportistas más beneficios que sus habilidades deportivas.

El negocio del fútbol

El fútbol, un espectáculo de masas que moviliza a miles de personas, se ha convertido en un “macronegocio” que mueve muchos millones de euros. Según se infiere del estudio Annual Review of Football Finance elaborado por  la consultora Deloitte & Touche, el fútbol podría ser la decimoséptima economía del mundo, por encima de naciones como Suiza, Bélgica y Taiwán.

Los clubes de fútbol obtienen sus ingresos fundamentalmente de los derechos de televisión, pero también consiguen grandes sumas de dinero  de las entradas que pagan los aficionados para ver los partidos y del merchandising.

Los clubes de las 5 principales ligas europeas de fútbol ingresan anualmente 631 millones de euros por merchandising y licensing. Este es uno de los resultados que arroja la segunda edición del European Footbal Merchandising Report, estudio realizado conjuntamente por Sport+Markt y PR Marketing. Con semejantes cifras muchos países podrían combatir el hambre, la miseria  e invertir en educación, salud o vivienda.

A pesar de estas cifras desmesuradas,  ¿cumplen los clubes de fútbol con sus obligaciones tributarias? La respuesta es negativa, por lo menos en España. Parece ser, que a los clubes españoles de fútbol no les salen las cuentas. La deuda con el Erario Público  asciende a 752 millones de euros  a fecha 1 de enero de 2012, según datos facilitados por el Gobierno en respuesta a una pregunta realizada por Caridad García, diputada de Izquierda Unida.

Además, a esto hay que sumarle la deuda contraída con la Seguridad Social, que nunca se ha hecho pública.  Ya que conforme al artículo 66.1 de la Ley General de la Seguridad Social, de 1994, y la Ley Orgánica de Protección de Datos, de 1999,  «los datos, informes o antecedentes por la Administración de la Seguridad Social en el ejercicio de sus funciones tienen carácter reservado»

Estamos en un año olímpico. Y hasta en las olimpiadas el negocio de las marcas es de vital importancia. La pasada semana Sebastián Coe, Presidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Londres, declaró que cualquier espectador que vista una camiseta con el logo de Pepsi podrá ser expulsado del recinto, ya que eso molestaría a los patrocinadores, en este caso Coca-Cola, que han invertido mucho dinero en ello. También, se está pensando si expulsar a todos aquellos espectadores que lleven unas Nike, ya que por lo visto, a Adidas, otros de los sponsors, no le hace ninguna gracia. Y es que nunca fue tan difícil, decidir qué ponerse para ir a unos Juegos Olímpicos.

 

 

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